CUENTO

Historias de terror

Por Verónica Cerezo

Una noche de Halloween los niños entusiasmados fueron a pedir caramelos; ¡¡HABÍA CASI 100 NIÑOS!!, entre ellos un grupo de niños llamados Josefa, Gabriela, Alfonso, Héctor y Laura a los que les gustaba llamarse "The night" (que significa la noche).
Vieron una casa misteriosa, el grupo "The night", decidió visitarla por su cuenta.
Tocaron a la puerta y nadie abrió. Y en unos segundos de silencio la puerta se abrió rechinando: iiiiiiiiih
Y… ¡¡BOOOOOH!!

Aparece una gran sábana blanca, pero a las décimas de segundo, desaparece.
El grupo se asustó y se echaron hacia atrás.
Entraron y empezaron a ver cosas que se movían mas que…la luz estaba apagada: los ojos del cuadro, las escobas, los relojes empezaron a sonar: DINN…DINN…por toda la casa…
Todas las ventanas se abrieron de golpe y un fuerte viento les golpeó en la cara. Subieron las escaleras y Josefa se quedó atascada en unas de las escaleras viejas. Hasta que oyeron…UUUUH…y todos gritaron ¡¡¡AAAAH!!!
Subieron rápidamente las escaleras y Josefa, de un tirón sacó la pierna  un poco ensangrentada. Héctor, que era el más grande, cogió a Josefa y la llevó a sus espaldas…
Todos corrían todo lo que podían. Llegaron al primer piso…Corrían y corrían por un pasillo hasta que toparon con una puerta… Pasaron y vieron muñecas con sangre, sin ojos, la cara arañada, etc, etc...

Encontraron un salida y al final salieron, pero de día…
Ya dijeron que no se separarían de un grupo de Halloween o excursiones…

 

Por maría José y Alicia

Érase una vez, una niña llamada Marta, que tenía 12 años y no creía en Halloween. 
El 31 de octubre se celebraba Halloween en el parque. Ella no quería ir, pero sus padres la obligaron. Allí se encontraban varios de sus amigos. Cuando llegó la hora de irse a pedir caramelos, todos se fueron, y la dejaron sola, pero luego sus amigos se dieron cuenta de que no estaba y fueron a buscarla. Tras horas y horas de búsqueda, no la encontraron. 
Cuando era media noche, sus amigos la buscaban, y una voz se oía a lo lejos, y decía:  
—¡SOCORRO, SOCORRO, SOCORRO, NECESITO AYUDA, NO SÉ DÓNDE ESTOY! 
Todos estaban nerviosos, no sabían dónde estaba Marta. Una mano se asomó por la puerta de una casa muy vieja, y esa era Marta. 
Alicia, María José, Verónica J, Verónica C, Álvaro, Juan Luis y Carlos, que eran sus amigos estaban aterrorizados.
Álvaro, Juan Luis y Carlos, fueron a cogerla y lo lograron. Cuando la rescataron estaba desmayada, sus amigos la intentaron reanimar, y lo consiguieron. Alicia y María José, fueron a la fuente a beber agua, los demás se quedaron con Marta sentados en el banco. Más tarde, como vieron que Alicia y María José tardaban mucho, fueron a buscarlas, pero las cogió un zombie, un vampiro, un fantasma y una bruja. Entre todos sus amigos las salvaron. 
De madrugada, todas sus amigas fueron a dormir a casa de Marta, y al amanecer, ella dijo: 
—He tenido un sueño rarísimo, veía a zombies, vampiros, fantasmas y brujas, aparte ¡salíais vosotras! Pero da igual, todo esto ha sido un sueño y no la realidad. Las amigas respondieron riéndose: 
—Claro, claro, tú tranquila: no existen los monstruos.